jueves, 10 de enero de 2008

ANDANDO CAMINOS PARA APRENDER JUNTOS CON NUESTRA ORGANIZACIÓN

LA EVALUACIÓN INSTITUCIONAL PUEDE SER UN RECORRIDO PARA APRENDER JUNTOS SOBRE NUESTRA ORGANIZACIÓN EDUCATIVA.

Haciendo referencia a esta temática, Lola nos asignó en grupo una frase, la cual nos ponemos a analizar:

FLEXIBILIZACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS ORGANIZATIVAS.

La autoevaluación institucional es un proceso de innovación, formación y mejora interna. Entre la evaluación como control administrativo, y como mejora escolar (induciendo un compromiso e implicación de los agentes), concebimos a la autoevaluación como un proceso de formación e innovación centrada en la escuela, y no como una fase específica o terminal.

Una evaluación externa de los centros escolares y del sistema educativo puede ser necesaria, máxime en un contexto como el nuestro en que no ha existido forma alguna de valoración social de un servicio público, al tiempo que como instrumento para contribuir a la resolución de los problemas educativos.

La autoevaluación institucional y la evaluación externa conllevan necesariamente una flexibilización de las estructuras organizativas, ya que proporciona mayor eficacia a los centros escolares. Aunque a veces la pretendida flexibilización no se produzca, es necesario que exista porque da mayor seguridad a los agentes que participan en el contexto escolar.

La estructura no es más que un instrumento que permite, junto a otras variables, alcanzar nuestros objetivos fijados. Por lo tanto, la estructura se ve afectada por una serie de agentes internos y externos que deben examinarse.

Se trata de conocer bien nuestro entorno y nuestros recursos y capacidades para así poder ajustar el modelo de estructura adecuado a nuestras circunstancias.

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